A la una y diez de esta madrugada llegaba a Bs.As. la familia Delgado-Garcés y sus tres hijos a bordo de un micro procedente de Asunción. Con ellos ya son más de seis millonees los paraguayos que viven en Argentina, es decir, el 100% de la población del bello país guaraní. Con la llegada de los últimos cinco emigrantes concluye satisfactoriamente el desalojo de Paraguay y la operación “Vámonos”.
Gracias al generoso gesto de estos exiliados, el futuro de nuestros planes de pensiones no corre peligro si bien el castellano en Argentina se hace bilingüe junto al guaraní.
La llegada de estos nuevos argentinos abre una ventana de aire fresco, no sólo a nivel cultural y musical. Según un estudio publicado la semana pasada por Canal 7, “la de paragua ha salvado del abismo a la religión”. La Iglesia está viviendo una segunda edad dorada inaudita desde la gran epidemia de Fiebre Amarilla en el siglo XIX y, domingo a domingo, los feligreses recién llegados se agolpan para celebrar la eucaristía. También han proliferado las iglesias evangelistas, gracias a la cuales, según el argentólogo Adolf Caponetto, “Argentina se enriquece con ritos alegres y coloristas que conducirán inevitablemente a una época oscura y de terror”.
Pero no todo es positivo: la encuesta del Inadi publicadala semana pasada demuestra que los argentinos seguimos siendo xenófobos, pues para el 28% de los albañiles argentinos la inmigración es el principal problema del país, sólo por detrás de la inseguridad y del ataque de zombis con pistolas de neutrones.
PLANETA PUNTANO: Puta realidad que me saca argumentos para la ironia... 