SE HA EXPERIMENTADO CON RATAS FASCISTAS DE LABORATORIO.
Anticipándose a la desconfianza de los afectados, el Gobierno de la Municipalidad de San Luis está preparando la campaña “Tranqui guachín, quemate un churro y salí a volar” mediante la cual se intentará “concientizar a los militantes de Kolina, la Cámpora, el PC y la Agrupación de Mujeres Mantenidas por Piri Macagno, para que comprendan que su calidad de vida está en juego”, en palabras de Dirección de Bromatología de la misma municipalidad. Para los casos más difíciles, se está estudiando la posibilidad de incorporar la medicina en las tarjetas de Transpuntano, que los militantes deberán chupar para que la máquina controladora pueda leerla.
Pascuala Saa, presidenta de la asociación suyuquense “Mujeres Mal Cogidas por los Rodriguez Saa”, ha puesto en duda del criterio de los científicos de la Universidad apuntando a que todo es un ardid, según sus palabras: “esto es una conspiración del totalitarismo peronista orquestada junto a las grandes farmacéuticas puntanas”. Según Pascuala Saa, “el marxismo extremo es una manera de estar en el mundo y de vivir las relaciones con los demás, en ningún caso se trata de algo que pueda o deba curarse mediante pastillitas o electroshocks, como sí sería el caso de los rodriguezsaaistas y todos esos intolerantes de mierda. Sólo pedimos que se respete una opción de vida que, encima, es mejor que las demás”.
Completada la primera fase de su investigación, los expertos de la Universidad de San Luis se centrarán ahora en desarrollar un medicamento contra el oligarquismo cipayo poggista y las afecciones “anti K”.